domingo, 1 de marzo de 2015

Otoños en el alma

  No sé qué decirte, por eso no te escribo, no sé qué decirte de todo lo que pienso, de lo que pasó (porque ya pasó todo), de lo que no fue y ahora jamás será porque me di por vencido. No sé qué decirte de lo que siento: una mezcla de odio y amor que me quema en el pecho; una sensación de haber sido engañada en mi buena fe; de dolor en el alma...No sé qué decirte.
Se me agolpan las palabras en la mente y me martillan en las sienes todo el día recordando cada cosa de estos dos años, los tiempos en que realmente hablábamos, que podíamos comunicarnos, cuánto nos gustaba robarle las horas a la noche para soñarnos despiertos; todo eso pienso ahora, de una u otra forma sigues girando en mi cabeza todo el día: antes como algo idealizado, ahora como un simple sueño.
Ya no hablaremos de nosotros nunca más, eso es un hecho (me he propuesto que así sea), quizá lo hagamos de tanto en tanto pero ya sabiendo que mi amor jamás fue correspondido, que fue un engaño, una utopía, un deseo solo mío. Por eso quizá hablemos algún día, de vez en cuando...
No te voy a rogar que me quieras, el amor no se ruega.

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