No puedo escribirte, ni verte, ni oírte, ni saber de vos; no vamos a ir a ningún lugar juntos nunca, no te voy a ver a los ojos ni abrazar siquiera. Eso,todo eso es una mierda: quererte es una mierda, pensarte es una mierda y que estés a medio mundo de mí es una mierda. Que soñemos despiertos utopías que al comienzo solo eran parte de lo que guardaban nuestras noches separadas por dos horas y dos días ya es también una mierda.
Me he cansado de consolarte y excusar mis ausencias ante tus esperas como queriendo detener inútilmente las agujas de mi reloj que marca un tiempo acostumbrado a esta vida anodina y atrapada en la red que yo misma construí; tú eres libre, eres tan libre que soy como una niña queriendo atraparte solo para sentir entre mis manos el golpeteo asustado de tu corazón que no comprende lo que quiero de ti y es solo eso: saber cómo se siente la libertad.
Ahora me odias, desde hoy me odiarás y llorarás, lo sé, pero ya pasará y encontrarás a quien te des y me olvidarás. Yo voy a dejar de parir palabras para explicarte lo que siento y ya jamás sabrás de mí como no debió pasar.
PD: no dejes de volar nunca, siempre amé tu libertad.

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