Cada vez que me dejas muero un poco, agoniza este amor cual condenado y se siente un vacío que no entiendo dejándome en un espacio intermedio entre el amor y el odio que te guardo; si te vas me estás matando, si te quedas me desangro desde el alma .Jamás seremos nada, eso lo sé, nada más que estas palabras condenadas a la historia de un amor platónico que se roba nuestras tardes, nuestros días, nuestras horas sin descanso pensándonos …pero no somos nada, eso lo tengo más que claro.Ahora me toca convencer a mi alma que se encuentra embelesada que se ha enamorado de una nada, de un imposible, de otro alma ,que ha quedado atrapada en los hilos invisibles del amor cual telaraña y si no se sale se muere o la matas. Me toca decirle, imponerle, que se aferre a la vida que está cerca ,que se mantenga en pulso con los amores que la guardan y protegen desde siempre, que deje de suspirar por ti ,que ya no lo haga;¡ pero es una empresa hoy imposible el convencerla porque parece vivir su propia vida paralela a la mía la condenada !.
Tengo el alma hecha un nudo por amor, una pregunta de si soy correspondida que jamás respondes ,que evitas, y unas ansias nuevas desconocidas .Tengo el alma hecha un nudo y es por ti ,por lo que me haces sentir, por lo que logras en mí aún desde lejos ,por las ganas de vivir que me contagias .Tengo el alma hecha un nudo: ¡desálmame!, para que ya no duelas si has de irte ;desgárrame las ganas, desviste mis pasiones ,desanda este camino de imposibles que hicimos sin saberlo y déjame doliendo mis dolores como cuando te conocí .Déjame desnuda de emociones si te vas a ir ,ten piedad de mí : ¡desálmame! ; dejándome en las sombras en que estaba antes de hacerme luz por tu presencia.
Cristina A. Bottini

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