Si te vas lejos no olvides escribirme cada día porque muero si no sé nada de ti, escríbeme mensajes en botellas que lleguen a mis pies cuando en soledad camine esas playas que supieron vernos de mañana, escríbeme cartas que me traiga el viento de abril como hojas secas, escríbeme mensajes en las paredes de cada calle que recorrimos juntos que yo sabré son para mí...pero escríbeme porque de las letras me alimento y sin ellas muero. Miénteme como lo has hecho siempre que me quieres y lléname la casa de flores que sabré adorar como ofrendas de un amor que soñé más que viví, bésame de lejos diciendo que me extrañas aunque en otros brazos estés y no dejes de creerme tuya aunque jamás lo fui: fui mía; siempre fui mía.
Yo sabré odiarte en silencio por todo el amor que te dí y jamás me verás derramar ni una sola lágrima por ti porque, al final, ya eres pasado y el camino me llama.
Escríbeme en papeles que leeré y dejaré ir, escribe mentiras que fingiré creer mientras recorres otra piel buscando dejar huella y en la mía, esta piel tatuada a versos con tus manos, otro borrará y reescribirá a besos, a versos, a caricias, y así te olvidaré por siempre. Pero escríbeme, no dejes de hacerlo porque a nadie le importará leerte siquiera como lo hice yo aunque jamás dijiste nada.
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