domingo, 15 de marzo de 2015

Clasificados II

  No llegué a publicar el clasificado que dije pero me ha sorprendido la cantidad de personas solas que hay en este mundo superpoblado, los mensajes que me dejaron conocidos y desconocidos haciéndome saber qué tan identificados se sintieron con aquel escrito publicado antes que este. Los leí a todos aunque aún no los llegué a contestar y lo lamento mucho pero prometo hacerlo.
Me pregunté a qué se debe la soledad en estas condiciones de "la era de las comunicaciones" en que estamos inmersos si solo un botón nos distancia de una charla, conocer gente nueva, aprender de otras culturas...y no tuve más respuesta que eso que denominamos soledad, no es otra cosa que un estado de ánimo: como el amor o el odio; que nos sentimos solos porque nos aislamos. Que la soledad no existe en sí. Que como lo define la Psicología Social, "los seres humanos no pueden concebirse de forma aislada, sino que constituyen un producto de la cultura por lo tanto, su comportamiento, es social en tanto la conducta se desarrolla en un campo social material o simbólico que siempre está presente"; dicho de forma sencilla sería algo así como que en medio de una isla siempre esperaríamos ver a alguien porque la idea de que ese alguien está vive en nosotros (como quienes profesan una religión y pensar en su dios los hace sentirse acompañados siempre).
En fin, todo esto dispararon los mensajes recibidos: preguntas, búsquedas de respuestas, pensamientos inconexos...Cocinaba y pensaba en ellos, estudiaba y pensaba en ellos, tomaba mate en el patio y pensaba en ello.
Uno de los mensajes me llamó la atención por sobre los demás, no porque no fueran todos importantes sino porque no hablaba del "clasificado" o el cuento en sí sino de la búsqueda de la ilusión. Llamó al amor ilusión: como algo idealizado que no vive más que en nuestras mentes; dijo estar agradecido porque mi escrito le había recordado lo que había entonces olvidado buscaba desde siempre y me aconsejó jamás dejar de buscar, no dijo " deseo que lo encuentres", dijo "no dejes de buscar porque es en esa búsqueda donde se encuentra la razón de la ilusión".
Me pareció muy interesante su pensamiento, tanto que le respondí y esta mañana estuvimos hablando un rato. Es una persona que se nota ha vivido y no en vano; es medido en sus palabras y se percibe un toque de tristeza aunque no ha podido el destino quitarle la sonrisa.
Es interesante, así voy a definirlo, alguien a quien el destino cruzó en mi camino virtualmente y me ha despertado la curiosidad de conocerlo un poco mejor.
Por ahora he desistido de publicar mi clasificado, quizá sea "conectarse" el punto que dispara ilusiones, no lo sé, ya veremos.

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