domingo, 24 de agosto de 2014

Lo que me gusta de ti



  Me gustan tus ojos cuando guardan mi reflejo allí muy dentro, tu piel canela suave y tersa al contacto con mi piel, tu boca cuando se entreabre al beso, tu aliento cargado de deseos y olor a café, a madrugada, a día nuevo; todo eso me gusta: tu perfume que se me queda prendido en todo el cuerpo cuando la piel se calienta, la mirada que se te vuelve más un pedido de gozo que una mirada en sí, los gemidos ahogados que se te escapan reclamándome, tu desesperación por no dejarte someter y tu entrega rendida al fin sin más a mí; eso también me gusta, saber que tu cuerpo se quema en mis manos me gusta. Me gusta morderte, dolerte en todo el cuerpo como una mezcla de excitación y herida abierta que te impulsa a intentar defenderte pero no sabes de qué…¿de qué deberías defenderte sino soy más que tu placer?, ¡¿del placer que descubriste diciéndome dónde buscar?!. No soy más que eso: tu placer hecho carne, tus perversos deseos llevándote a extremos soñados, quien te puede matar pero decide siempre doblegarte, mejor doblegarte.
Me gusta besarte, olerte, tocarte, sacarte como el alma en cada orgasmo, desgarrarte en un último gemido los deseos y luego sentir como se relaja lentamente tu cuerpo aún agitado entre mis brazos. Me gusta escuchar tu corazón galopando en el pecho, desbocado, desesperado en un momento y más tarde cansado. Me gusta, me gustas, todo en ti me gusta porque sabe a prohibido, a cosa robada, a peligro, a tiempo compartido a escondidas, a besos furtivos y horas contadas, a camas distintas, a vida prestada, a desesperación y anhelo.
Me gustas, sobre todo, porque sabes a amante y yo a besos prestados.

No hay comentarios:

Publicar un comentario