miércoles, 7 de agosto de 2013

Tierra de bestias

Trabajamos toda la tarde en cavar las fosas de los nuevos muertos que nos traerían al cementerio al día siguiente ,el viejo Juan y yo. Recuerdo que hicimos profundos rectángulos de donde extrajimos panes de tierra negra que dejamos a los lados de los mismos y luego los cubrimos con alfombras color verde preparándolos para la ceremonia de entierro ; después juntamos las herramientas y las guardamos ,tomamos unos mates y nos fuimos a nuestras casas . Ese era mi quinto día trabajando ahí y ya sentía el olor a flores podridas pegado a mi nariz y soñaba con los huesos de aquella primera osamenta que debimos retirar y ayudar a colocar en un osario para que sus familiares la siguieran llorando . No era el mejor de los trabajos pero hasta tanto consiguiera otro debía seguir ahí indefectiblemente. Al día siguiente la primer carroza fúnebre llegó a las nueve . Esperamos que terminara la ceremonia manteniéndonos algo alejados de los dolientes y luego de que nos diera la señal el cura arrojando un puñado de tierra sobre el cajón, cubrimos la tumba mientras un coro como de plañideras gritaban y se retorcían expresando su dolor . Luego pasó un tiempo donde aprovechamos para descansar y más tarde llegó el siguiente cortejo .Me llamó muchísimo la atención la gran cantidad de autos que integraban el mismo y aún más el gentío que rodeó al féretro apenas cargarlo los familiares : -De quién se tratará …? .-dije pensando en voz alta. -Es una niña.-contestó el viejo. -Y de qué ha muerto, ¿sabes ?.- pregunté .Él se apoyó en el marco de la puerta y frunciendo el ceño contestó: -La han matado, profanaron su cuerpo en vida y no contentos con haberle robado el alma en esa acción … la mataron .-me quedé estupefacto ; un frío me recorrió el cuerpo mientras observaba las muestras de dolor de quienes la lloraban y no pude dejar de pensar en mis niños ni imaginarme (solo intentar imaginarme) ,en ese lugar. Tras los últimos dolientes que salieron luego de la ceremonia fuimos a cubrir el féretro y pude ver lo pequeño que era .Lo cubrimos , acomodamos las coronas sobre la tierra fresca y juntamos las herramientas como siempre para llevarlas a guardar antes de irnos; entonces el viejo se quedó parado un momento frente a la tumba de la pequeña y moviendo negativamente la cabeza dijo: “La tierra está pariendo a sus bestias y tragándose a sus inocentes- y juro que vi rodar una lágrima por su mejilla antes de colocar sobre el hombro la pala y comenzar a caminar -,suerte que ya no estaré para ver en qué se convirtió el mundo cuando éstas lo recorran como únicos sobrevivientes de esto que llaman evolución “- agregó. Y nos fuimos.

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