
lunes, 19 de agosto de 2013
Pastel de chocolate XI
Ese domingo dormí casi hasta el mediodía ,después de almorzar me volví a meter en la cama pero esta vez con mis niñas y nos quedamos mirando dibujitos en el televisor ,abrazadas, riendo y hablando” cosas de mujeres” : se pusieron mis zapatos, se maquillaron, usaron mis vestidos y el espacio a los pies de la cama se volvió una pasarela por la que desfilaron con sus muñecas esperando como única recompensa a tanta osadía :un aplauso mío. Después nos vestimos las tres y salimos a buscar dulces y pasear por Buenos Aires ;fuimos a una plaza y terminamos de tarde en una sala de juegos en donde se cansaron de saltar en una cama elástica y correr descalzas subiendo y bajando de los inflables. Compre empanadas de regreso a la casa y gaseosas y helado y apenas cenar se fueron a dormir ;las arropé, las besé y me quedé recostada a un lado de ellas hasta que se durmieron .Era en ese lugar donde yo también habría dormido si no hacerlo con Martín no hubiese sido la confirmación evidente de mi rechazo…pero para mi suerte Martín no se acostó conmigo temprano ni me molestó en toda la noche; así que en esa soledad de mi cuarto no solo lo pensé todo el día a Sebastián y lo extrañé, sino que hasta lo soñé y fue hermoso también. Al día siguiente fui a trabajar como de costumbre .Haciendo grandes esfuerzos me propuse enfocarme en mi trabajo y la mañana se pasó rápido entre tarea y tarea; luego salí a almorzar y revisé varias veces el celular para comprobar una vez más que Sebastián no me había mandado ni un mensaje y otra vez me generaban dudas estos abandonos a los que me sometía : ¿qué había sido de él?,¿ acaso yo solo era ya una más de sus anécdotas amorosas?; lo llamé y nuevamente no atendió ,le dejé un par de mensajes diciéndole que lo había llamado y me quedé esperando contestación…pero recién antes de retirarme ,por la tarde , lo hizo al fin : -Quiero verte .-me dijo apenas atendí-, ahora!. -Estoy trabajando- le dije sonriendo por el tono imperativo conque me hablaba-, en media hora salgo. -Asomáte a la ventana de tu oficina- dijo , y me asomé y estaba sobre su moto en la acera frente al edificio muy sonriente mirándome -.Estás hermosa – dijo, y no supe qué decir, solo me quedé parada ahí -, te espero acá a que salgas. -En un momento más estoy ahí .- prometí .Me apuré a terminar de entregar las carpetas que debía para cerrar ese día ,tomé mis cosas y me fui . Corrí escaleras abajo buscando llegar a la calle junto a Sebastián ,crucé el hall sin mirar a nadie y me llegué hasta la vereda intentando controlar las ganas de irme sobre él sin importar que nos viesen todos…pero pude contenerme y apenas cruzar la puerta principal me volví hacia mi automóvil ,prendí el celular ( estando a metros uno del otro )y lo llamé para ponernos de acuerdo adonde ir:- Seguíme –dijo. Arrancó la moto y fui tras él manejando despacio hacia donde me llevara . Luego de que nos alejáramos unas seis cuadras de la empresa se detuvo ,vino al auto ,se asomó por mi ventanilla y sonriendo dijo:” bajá y cerrálo , de acá en más te llevo yo “; ni lo dude ,solo tomé mi bolso , subí a la moto y nos fuimos raudamente corriendo por las calles de un Buenos Aires abandonado en vacaciones. Hacía mucho que no sentía esa adrenalina que produce la velocidad, el peligro, y me encantó !; tomé la decisión de detener el reloj que marcaba mis días y mis noches, mis obligaciones , y solo me dejé llevar asumiendo la responsabilidad de que ya no habría más excusas para justificar el tiempo de mis ausencias frente a Martín.

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