Estefi

  Estefi tiene los ojos grandes y el pelo alborotado, una risa por palabra y el espacio todo en que se mueve como escenario para actuar el día a día robándose mi atención. Estefi corre, ríe y juega la alegría de la inocencia saltando de aquí hacia allá y baila aunque no haya música y le inventa letras de canciones que le canta a sus muñecas a la hora del té con masas (agua y tortas de barro que prepara para esas ceremonias donde sus muñecas hablan: se cuentan cosas y se preguntan otras). Estefi se para de cabeza apoyando los pies en la pared y me pregunta:
    - ¿Y así viven los chinos?- y sonriendo le contesto un sí que no ahonda en detalles sobre física ni nada de eso. Se baja entonces y le nace otra pregunta de la nada –.¿Y dónde vive Dios ?
    -En el cielo-le contesto.
    - ¿Y no se cae ?-insiste parándose a mi lado y mirándome con esos ojos que guardan mundos infinitos de ternura.
    -No, no se cae-le digo acariciándola mientras la miro.
    -Y Dios…¿ tiene mamá y papá ?- sigue curioseando inocentemente en lugares donde jamás nadie ha ido y para los que me faltan las respuestas.
    -No lo sé - le digo mirando por la ventana el vuelo en círculos de las palomas mensajeras que Alberto ha soltado como lo hace diariamente; y giran todas juntas sobre la casa y suben y bajan y van y vuelven prendidas de los hilos invisibles del viento-. No sé si Dios tiene mamá y papá-le digo al fin . Es entonces cuando corre hacia mí y abrazándose muy fuerte a mi cintura ,dice :
    -Si Dios está solo debe vivir muy triste-y después sale corriendo nuevamente a buscar los juguetes olvidados y se sumerge en su mundo imaginario y es feliz.
 Y yo me quedo pensando en la tristeza de un Dios que vive en sus mundos infinitos, solitario.