El carcelero del tiempo

“Déjame atraparte en una imagen”, me dijo sonriendo desdentadamente , no supe en qué momento se acercó ni recuerdo haberlo visto antes por ahí pero todo él era como sacado de una foto más que vieja y su cámara de fuelle el elemento con que había construido esa imagen ; yo solo leía tranquilamente sentada en un banco de esa plaza y él apareció. Leí en un pequeño cartel que colgaba de la lente el precio que tenían esas fotos y me pareció muy caro ,se lo dije y sin dejar de sonreír me contestó :- No son fotos ,esto que ves aquí es una máquina del tiempo : te atrapo y cuando te ves en estas jaulas de papel…ya eres pasado!.- sonreí , me hizo mucha gracia el argumento que tenía para convencerme .Accedí a sacarme una foto . Me dijo que veía una hermosa imagen conmigo ahí donde estaba así que no me moví de ese lugar. Él acomodó el trípode de la cámara , sacó unas placas de un maletín de tamaño mediano y otros utensilios que se robaron mi curiosidad : -Parece bastante antigua su máquina del tiempo- le dije. -El proceso de placa húmeda con colodión húmedo se lo debemos al genial Frederick Scott Archer –dijo sin descuidar su trabajo de preparación -, pero también a él le debemos el tiempo perdido en aplicar este proceso!. En un momento más estará listo .- se metió más de una vez bajo una tela negra que ocultaba la lente y en base a lo que veía movía un poco hacia un lado o hacia otro ese “cajón” de madera que era la cámara de fotos. Cuando por fin estuvo listo se metió bajo esa tela por última vez ,asomó un aparato sostenido en una mano y luego de un fogonazo que me cegó por un momento dijo- Ya está listo. –entonces comenzó a guardar todo otra vez en el maletín , acomodó la cámara bajo el brazo y luego me reclamó el pago de la foto. -Pero…no me ha dado la foto!.- le dije . -Mañana se la traeré al parque – contestó- ,debo revelarla .Le pagué aunque dudé en hacerlo y cuando se retiraba me preguntó -¿ Qué lee?. -Poesía –contesté . -Y a quién lee?.-insistió. - Carlos S. Frenkel . Es un poeta Alemán.- guardó el dinero en un bolsillo y luego se marchó diciendo “hasta mañana”. Si bien en realidad no creía que volviera a traerme la fotografía al día siguiente fui a la plaza como siempre a leer ; y estaba ahí cuando él volvió para cumplir su palabra. Me extendió una fotografía de gran tamaño ( para lo que se estila hoy) ,y también me dio un libro :-¿ Y esto ?.- pregunté. -Eso es poesía –me dijo - ,es arte ,en ese libro, como en esa foto , vive un trozo del pasado que no olvidaremos jamás en tanto los miremos. -Pablo Neruda –dije .Él siguió hablando como si no me escuchara. -…el camino de Pablo es un camino incierto donde todo el que entra ya no vuelve a salir ,es un viaje sin retorno a los finísimos hilos del alma. -me dijo. Luego se volvió y se fue como llegó . Me quedé mirándolo un momento intentando entender lo que había querido decirme . Apenas se perdió entre la gente miré el libro que había dejado en mis manos y lo abrí ,estaba dedicado :” Para mi amigo Darío ,el carcelero de la Plaza República ,con cariño ,Pablo “; el corazón me dio un salto en el pecho ,Pablo había tenido ese libro en sus manos…Dejé aquel libro que leía y me dispuse a leer aquel otro ,lo abrí… y entonces sentí que estaba por comenzar a vivir otra vida.