Las cartas que guarda Mariana ( 3º parte )

La piel guarda recuerdos de tus besos .Te me has quedado punzando como un estigma en mis manos vacías ,doliéndome en el pecho como si el alma se me hubiese salido ,como desprendida de un tirón de este cuerpo … y es que aún te amo con locura. Ya no puedo serle fiel a mi orgullo y no sé cómo volver porque en realidad nunca me fui, me quede rondándote ,observándote ,suspendida de tus sueños y mis sueños en el intangible mundo del deseo que creamos a medida de nuestro imposible ; me quedé en el hueco del abrazo que me protegía , en el beso que me despertaba ,en el atemporal instante donde el mundo se reducía a nosotros… Miento si digo que no te veo llegar , que no te espío tras las cortinas de la ventana cuando dejas tus ofrendas de amor y te detienes a mirar la pétrea imagen de la nada (como si pudieses verme tras las paredes de mi casa) y que no sigo tu silueta desde ahí hasta que te pierdes calle abajo. O que no soy yo la que recoge tus rosas, la que las pone en un jarrón ,la que las huele, y luego queda todo el día soñando con volver el tiempo atrás y que nada ni nadie nos hubiese separado ; soñando con no estar atada a una nueva historia ,con no tener que inventarme un cariño que no tengo ,caricias que no queman ,besos de sal… Te amo, Marcos, tanto que duele.