Carta para Alejandro

Te subes a mi vida como a ese tren que ha de llevarte a tu destino, tomándome como en la última parada de tu largo derrotero para encontrar tu sitio final en este mundo ;como si éste se encontrara entre mis brazos , en el reflejo de tus ojos en los míos, en mi piel. “Estoy cansado de amar imposibles”, me dices sosteniendo mi cara entre tus manos y besándome luego tan dulcemente que no puedo, no quiero, que me sueltes. Después paseamos tomados de la mano como lo hacíamos ya hace tiempo ,como cuando nos conocimos: yo con mis jóvenes años intentando curiosear en tus deseos y tú sintiéndote mi guía, mi mentor ,con apenas veinte años y sufriendo desengaños. Me quieres, ya lo sé ,lo veo en tu mirada , no te alcanzan las palabras para expresar cuánto me quieres pero puedo sentirlo con cada gesto, cada sonrisa ,cada beso ; también te quiero ,pero más que quererte diría que te sufro ,porque me duele amarte de esta forma : a media luz .Confieso que el final de esos paseos son esos lugares que elegimos los que se roban mi atención ,esos que cubren de sombras nuestros cuerpos, esos que dejan lugar a las caricias ,esos que nos permiten conocernos y nos dejan ser nosotros mismos ; hasta que digo “Alejandro”, y mi voz es otra voz que dice lo contrario a mi cuerpo : uno te pide que no pares; la otra te suplica que no sigas. Lamento que hayas vuelto aún amarrado, parece que el destino insiste en negarnos … Yo te amo , lo confieso, te amo como se aman el mar y las playas ,la noche y el día , tu mano y mi mano ,tu boca y la mía ; te amo como se ama a un imposible ,como a un sueño ,como a un opuesto que me complementa …Pero no puedo amarte más porque me duele . Te amo y ella te quiere ,te deseo y ella te posee ,te espero y ella te tiene. Alejandro, te estoy abandonando.