
domingo, 30 de junio de 2013
Un poquito de sueños
No lo planeamos, solo tomamos lo necesario y -como quien urde tramas de memorias- decidimos ese día llévalo a conocer el mar. El mar era una foto para él, una toma de película, el agua donde flotaban los barcos en las bahías del manual , era las crestas blancas de las olas que rompían en los peñascos , las gaviotas y las extensas playas de los documentales ; era algo de otros .Nos atrapó la ruta con la paz de sabernos libres ese día, de ser solo nosotros tres, de dejar las penas que tanto abruman ,las obligaciones a las que nos obligamos, todo lo que nos ata ,y nos fuimos disfrutando del paisaje que hacía años no veía ,de la atemporal imagen que tantas veces recorrí en varios tramos de mi vida yendo de un lado a otro para ,al final, llegar a la conclusión que nunca me fui. Apenas pasado el mediodía llegamos , nos detuvimos en una estación de servicio y le dijimos “ya llegamos” . Él, mirando a un lado y otro preguntó: “ Y el mar?” – riendo contesté- “ Parece que se secó “. Después entramos en la ciudad y le pedí que no dejara de ver hacia adelante ,que ahí, apenas subiendo la calle ,el mar iba a asomarse . Y él miró y yo lo miré y no puedo describir sus ojos al ver al fin lo que tanto había deseado … Apenas nos detuvimos saltó del auto y cruzó corriendo la calle ,se quedó mirando ,con los ojos inmensos y una sonrisa que le nacía de la nada, del todo :”Así lo imaginabas?”- dije abrazándolo por la espalda . -“No, es mucho más grande… Hace ruido, parece que te habla”. Pasamos todo el día caminando por la playa, fuimos a ver el faro, él se arremangó los pantalones y se metió en el agua, juntó caracoles, dejó escurrir el agua entre los dedos ,se dejó acariciar… :se llenó los pulmones con aquel particular olor como si pudiese así retener un poco del lugar. Y apenas el sol comenzó a caer nos fuimos. Hasta perderlo de vista lo vi observar hacia atrás por el retrovisor . Cuando llegamos él dormía desde hacía un momento, estaba exhausto pero feliz. No iba a despertarlo, “mañana temprano se baña para ir a la escuela, por hoy rompemos las reglas”, me dije mientras lo desvestía ,entonces fue que vi como la arena se escurría de los bolsillos de su pantalón, los toqué… y comprobé que los había llenado a todos con arena.

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