sábado, 29 de junio de 2013

"PASTEL DE CHOCOLATE II "

Querida Lucía ,recibí tu mail y no pude contestarlo porque ese mismo día llegó Martín de su ”expedición laboral” . No he tenido tiempo de contestarte hasta ahora ,así que me disculpo . Llegó muy tarde , casi de madrugada, así que lo esperé cenar ,lo escuché hablar de cosas que entonces supe que no me importaban y después nos acostamos .No quiero mencionar nada sobre eso, solo te diré que entre mi culpa por sentirme mal con él y bien con Sebastián(así se llama),no pude dormir. El tiempo que estuvimos separados no cambió absolutamente nada :no hubo pasión ,ni cosa parecida; solo me gustó abrazarme a él para no sentirme sola… Me sentía miserable , como si hubiese hecho ya algo malo , pero no era así, siquiera un beso le había permitido a Sebastián, pero eso que llaman “la culpa” no me estaba dejando vivir. Sé que dirás que Martín es un idiota y todo eso que solés decirme cuando te referís a él , pero tantos años de casados me han hecho tomarle un afecto que es difícil de comprender, porque ya no somos amantes, ni tampoco amigos: él llega y se va tantas veces que ya ni lo saludo ni lo espero ;pero es el padre de mis hijas y lo respeto. Al otro día que llegó Martín, Sebastián insistió en que fuésemos a tomar un café .Primero lo pensé dos veces .Esto de sentirme tan confundida no era bueno ni sano!;pero acepté .Nos encontramos en un café cerca del planetario , en un lugar que desconocía ;es muy lindo y acogedor. Mi idea era decirle que no podíamos seguir con esto porque jamás dejaría mi vida…pero lo que pensaba y lo que sentía cuando lo veía eran totalmente diferentes! .Cuando llegué,dispuesta a irme pronto ,él me recibió con una enorme sonrisa y me besó en la mejilla con tanto afecto que me sentí alagada.Vestía de otra forma, estaba más formal que la primera vez: camisa clara(entallada),pantalón de vestir azul oscuro y zapatos. Se había producido. Yo en cambio venía del trabajo y no me había cambiado el trajecito y la camisa ,así que me sentí algo incómoda .Decidí dejarlo hablar antes de decirle que no podíamos tener nada :ni lo soñado, ni lo deseado ,¡ nada !. Así que comenzó a contarme qué hacía, como era, de sus proyectos y su forma de pensar con respecto a la visión que tenemos de la vida y su hipótesis sobre cómo vivir la libertad a pesar de estar presos; hablaba de mí ,lo sé, pero teniendo cuidado de cómo planteaba ”liberarme” ,me dijo ”no pretendo que cambies nada en tu vida, sólo que me permitas ser parte de ella”-“¿cómo-le dije-,de qué forma podrías encajar en ella?”-“encontraré la manera…porque creo haber encontrado a quien estaba buscando, aún en brazos de otro ,pero no imposiblemente mía ,¿o sí?” .Le respondí con una sonrisa .Me encantaba estar con él pero lo sabía ya una anécdota de lo que no pudo ser .Me fui a casa con la certeza de haber terminado algo que nunca empezó del todo y fingí ser feliz otra vez con Martín .Después de todo ya nos habíamos hecho costumbre… Martín se quedó un par de semanas. Jugó con las niñas primero y peleó con ellas el resto de los días por cualquier cosa :el televisor ;la computadora; que si comían o dejaban de comer…ni hablar de salir juntos los cuatro! .Se comportó como un idiota justificando estar educándolas(como se fuese cosa de dos semanas nada más),y con la excusa de acabar enojado conmigo por consentirlas no volvió a tocarme ni con la palabra. Realmente, las nenas y yo quisimos que se fuera, y se fue al fin a trabajar en esos viajes que nos dan paz. Llamé a Sebastián el mismo día en que quedé sola. Ese tiempo que me había ofrecido para pensar si le permitía entrar en mi vida había caducado :decidí aceptarlo .Nos encontramos después del trabajo y esta vez fue diferente ,no me sentí mal ,no sentí culpa ,ni nada de eso, estaba tomando una decisión : volver a vivir; y quería empezar con él. Apenas verme se acercó sonriendo,pegó su cuerpo al mío y me besó hasta quitarme el aliento como hacía tiempo no sentía. Detuvo mi reloj. Lucía contestó: ”Si en alguna de todas esas veces en que pude acceder a ”mi permitido”, se me hubiese dado por darle solo un “pellizco” y guardarlo para después, te aseguro amiga ,que las famélicas conque compartía la heladera no hubiesen dejado nada ,ni las migas al día siguiente. Por eso no había ”día después para mí ,era entonces o nunca…solo dependía de mí tomar la decisión.” Te quiere Lucía

No hay comentarios:

Publicar un comentario