domingo, 30 de junio de 2013

Las prisiones del dolor

Las prisiones del dolor Trashumantes del dolor , en eso nos convertimos a lo largo de esta vida –dijo Inés casi como para sí -, caminando por las penas como sobre brasas ,dando inútiles saltos para evitar quemarte pero no teniendo otro lugar por donde andar. – ni Lorena ni yo pusimos en tela de juicio sus dichos, no carecían de razón luego de saber su historia. Y no era que a nosotras nos sobraran las alegrías , que ignorásemos de qué se trataba o fuésemos incólumes sobrevivientes de nuestros dolores , pero viniendo de ella tenía carácter de lección ,por eso permanecimos en silencio solo escuchándola hablar mientras se esforzaba por hacernos sentir cómodas : servía más café , iba y venía.- No aprendemos a sufrir nunca porque todos los dolores son distintos –continuó-,si bien la pérdida de un ser amado se siente como si el alma se encogiera en el pecho ,y duele y arde y nos deja indefensos al principio , no es igual que el dolor que produce una separación amorosa ni la ruptura de una amistad; cuando has sentido ese dolor y caes en la cuenta que jamás podrás volver a besarlo, a hablarle ,a acariciarlo… sabes que lo perdiste para siempre.- Lorena le tomó la mano y ella sonrió calmándola –No te preocupes, estoy bien ,estoy bien… -Te quiero mucho ,Inés – dijo Lorena acariciándole la cara con una ternura indescriptible ,tan intensa que me llegó -,nunca lo olvides !. -Lo sé, mi niña, ¡sabes que es mutuo ! .- hubiese jurado que eran madre e hija pero bien sabía que no ,que ese mismo dolor al que hacía referencia Inés las había acercado y luego unido ; que se habían conocido entonces y aprendido a querer . Pasamos el resto de la tarde con Inés y cuando oscurecía nos fuimos prometiéndole volver cualquier día de la semana siguiente. Nos besó, nos regaló una hermosa sonrisa-como siempre- y le dio un papel doblado en dos a Lorena que ella prometió contestar esa misma noche –Es una carta?- pregunté apenas nos alejamos caminando. –No- me dijo-, es un cuento. -¿Un cuento?, ¿Inés escribe cuentos?, ¿ y desde cuándo lo hace?.- pregunté realmente sorprendida .Ignoraba que escribiera . - Lo hace desde que descubrió que así, y solo así, puede exorcizar su dolor ,puede encerrarlo en un papel y volverlo cosa de otro al darle otro nombre e inventarle otra vida .Yo solo los leo ,y luego les doy vida al publicarlos en la red. -Y realmente se puede encerrar el dolor en un papel ?.- dije . Lorena solo me miró y sacando el papel de su bolsillo contestó: -Inés lo hace!.

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